Pero como una vez dije la inspiracion es una mujer caprichosa y les traigo esta historia, que quiere ser un poco mas subido de tono de lo que normalmente les traigo. Espero que les guste y disfruten de mi pequeña locura.
Besos.
Hacía tiempo que anhelabas esto, lo habías planeado
cuidadosamente vigilando hasta el más mínimo detalle, nada se te había escapado
de las manos este era el momento, tu momento. Lanzaste el anzuelo y para tu
sorpresa ha caído tu presa.
Ahora deleitas tu pupila observándolo esperando el momento
mientras él esta recostado en el jacuzzi
buscando un descanso a un largo día de trabajo, la paz y quietud de la noche, la
luz tenue de una pequeña luz y el vapor
relajante del agua. Recargo su cabeza en la orilla mientras extendía los brazos
alrededor.
El vapor destensaba sus músculos con sus manos acuno agua y
se mojó su larga cabellera negra las gotas recorrían su rostro, unas se
perdieron en lo grueso de su labios, siendo
bebidas por el roce de su lengua, algunas más atrevidas recorrieron su
delgado pero marcado pecho hasta donde el agua cubría el resto de su anatomía
que solo era cubierta por unos bóxer negro dejando al descubierto su piel
tostada por el rayo del sol.
Sientes que has observado demasiado
y en ti crece el deseo de hacer lo que por mucho tiempo solo has soñado. No te
importa el mañana y caminas solo con un pensamiento. Es tuyo hoy, no importa el
después es tuyo en este momento. El sonido de tus tacones al acercarte lo pone nervioso,
te está esperando. El espera a su chica misteriosa. No quieres esperar más y
llegas hasta donde el esta. Parece tranquilo con sus ojo cerrados pero su
respiración demuestra las misma ansias que tú tienes quizá las de el sean
mayores a las tuyas.
—Bienvenido—dices
Trata de mostrarse tranquilo pero
su risa nerviosa lo delata, de ladeas tu cabeza sonriendo
y delicadamente acomodas el antifaz que cubre tu cara, hoy se invirtieron los
papeles, hoy quien siente los nervios es el.
— ¿Disfrutas tu baño?—
—Mucho—contesta nervioso agradeces estar cubierta para que no note el
sonrojo de tu cara mientras sus ojos viajan por tus piernas tratando de
averiguar que se oculta bajo la bata de seda blanca. — ¿Tú quien eres?, ¿Qué
hago aquí?—Pregunta al verse descubierto de su observación
—Excelente elección de preguntas yo soy -soy la sombra que esta sin
estar, soy quien te admira en la oscuridad, quien te anhela en soledad, estoy
cerca y a la vez nos separa una eternidad. Solo estoy cumpliendo un sueño, un
anhelo que desea mi alma. Solo regalarnos un poco de felicidad, solo quiero
amarte por hoy, para que mi amor no muera en soledad—
Te alejas para observar su reacción, sonríes ante su asombro y sin que
lo note te unes a él. Besas su
espalda. Sonríes al sentir como se
tensa.
—Relájate, lo disfrutaras—susurras y mordisqueas su oreja
Vuelve a reírse con lo que te fascina su risa nerviosa, lo observas
cierra los ojos dejándose hacer, tu manos se pierden en su pecho acariciando,
lento tortuoso. Su respiración empieza agitarse y con lentitud acaricia tu
brazo. Subiendo a tu hombro queriendo
bajar el tirante de tu sostén, Tomas su mano y besas cada uno de sus dedos pero
sin darte cuenta con la otra mano te toma de la cintura y te pega junto a él.
Teniéndolo cerca, sus respiraciones mezcladas volviéndose de una. El
deseo flota en la humedad del aire. Sin ser consientes de quien de los dos dio
el primer movimiento se besan. Primero lento probando la dulzura de sus labios
pero un hábil movimiento introduce su lengua en tu boca, dominándote por
completo, volviéndote adicta al sabor de sus labios embragándote de él. Estabas
tan perdida que no sentiste en qué momento tu antifaz flotaba en el agua.
—Tú—dice sorprendido
—shh— callando sus labios —solo por hoy—susurras y vuelves a besarlo
El único sonido que quieres oír son los gemidos de placer que robaras
de sus labios. Lo llevas a una esquina del Jacuzzi besas su cuello, bajando a
su pecho, y comienzas a escuchar los gemidos de placer. Tan concentrada estabas
en recorrer su pecho con te lengua que no notaste el momento en que tu sostén
estaba flotando y sus manos cobraron vida y ahora tú estabas debajo de él se
invirtieron los papeles ahora era el que bebía de tu pecho, tu propia humedad
se mezclaba con el agua.
Solo eras consiente del placer que él estaba brindando, de este
maravilloso momento en que están apunto de fundirse y volverse un solo en el
universo. Abandona tus pechos y baja por tu cintura hasta llegar a tu ombligo.
Acercándose a tus pantaletas que con timidez propia de él toma de la cintura y
comienza a bajarlas, acariciando con lentitud tus torneadas piernas, se sumerge
en el agua para deshacerse de la innecesaria prenda. Sale del agua y tu vista
se pierde en la visión perfecta del agua recorriendo su pecho, quieres fundirte
con el ahora te toca a ti deshacerte de las molestias que impiden esa unión. Te
acercas a él más audaz de lo que nunca imaginaste.
Lo besas pero ahora eres tu quien toma las riendas, en un camino de
besos recorres su cuello, su pecho hasta llegar a tu destino. Relames tus
labios al notar su creciente excitación necesitando ser liberada cumples su
deseo y lo dejas libre. Antes de reaccionar sientes como eres levanta por sus
fuertes brazos y vuelve a besarte, ha perdido la timidez por completo y se ha
dejado llevar por el deseo, dejándote guiar por tus instintos rodeas su cadera
con tus piernas anticipándote al momento. Lo sientes como su miembro juega con
tu entrada con tus piernas lo empujas hacia ti, lo quieres dentro, sientes como entra en ti es un placer tormentoso, es lento mientras
logras acostumbrarte a su tamaño.
Has dejado de sentir el dolor y el placer está llegando ha llegado el
momento de esa danza en las que los cuerpos se complementan en la plenitud de
la gloria inimaginable, gritas te aferras a su espalda al sentir venir la
pequeña muerte del placer. Te sientes viva al recibir su semilla en tu
interior. Es saber que no fue solo sexo y que realmente hiciste el amor. Recargas tu cabeza en su hombro con el aun
dentro de ti. Cierras los ojos guardando este momento en tu memoria. No sabes
que pasara después de que salgan de este lugar, ni ideas tiene si él se
arriesgara. Pero al menos tienes este momento en el que pudiste llevar a la
vida tu mas anhelado deseo. Por lo menos
hoy has sentido su humedad en tu cuerpo.
No importa el mañana. No
interesa el que dirán. Hoy es Hoy. Y Hoy fue tuyo. Mañana, mañana es incierto.
Y por eso solo vives el hoy.
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