sábado, 3 de noviembre de 2012

Humedad

Hola mundo, que dijeron esta mujer ya se olvido de subirles historias pues no, aquí sigo. Solo que el mundo real me mantenía ocupada, pero bueno les he traído un regalito, No es mi acostumbrada historia de día de Brujas esa se las debo al menos por ahora, porque si la estoy escribiendo.

Pero como una vez dije la inspiracion es una mujer caprichosa y les traigo esta historia, que quiere ser un poco mas subido de tono de lo que normalmente les traigo. Espero que les guste y disfruten de mi pequeña locura.

Besos.




Hacía tiempo que anhelabas esto, lo habías planeado cuidadosamente vigilando hasta el más mínimo detalle, nada se te había escapado de las manos este era el momento, tu momento. Lanzaste el anzuelo y para tu sorpresa ha caído tu presa. 
Ahora deleitas tu pupila observándolo esperando el momento mientras  él esta recostado en el jacuzzi buscando un descanso a un largo día de trabajo, la paz y quietud de la noche, la luz tenue de una pequeña luz  y el vapor relajante del agua. Recargo su cabeza en la orilla mientras extendía los brazos alrededor.
El vapor destensaba sus músculos con sus manos acuno agua y se mojó su larga cabellera negra las gotas recorrían su rostro, unas se perdieron en lo grueso de su labios, siendo  bebidas por el roce de su lengua, algunas más atrevidas recorrieron su delgado pero marcado pecho hasta donde el agua cubría el resto de su anatomía que solo era cubierta por unos bóxer negro dejando al descubierto su piel tostada por el rayo del sol.
Sientes que has observado demasiado y en ti crece el deseo de hacer lo que por mucho tiempo solo has soñado. No te importa el mañana y caminas solo con un pensamiento. Es tuyo hoy, no importa el después es tuyo en este momento. El sonido de tus tacones al acercarte lo pone nervioso, te está esperando. El espera a su chica misteriosa. No quieres esperar más y llegas hasta donde el esta. Parece tranquilo con sus ojo cerrados pero su respiración demuestra las misma ansias que tú tienes quizá las de el sean mayores a las tuyas.  

—Bienvenidodices
Trata de mostrarse tranquilo pero su risa nerviosa lo delata, de ladeas tu cabeza sonriendo y delicadamente acomodas el antifaz que cubre tu cara, hoy se invirtieron los papeles, hoy quien siente los nervios es el.
— ¿Disfrutas tu baño?—
—Mucho—contesta nervioso agradeces estar cubierta para que no note el sonrojo de tu cara mientras sus ojos viajan por tus piernas tratando de averiguar que se oculta bajo la bata de seda blanca. — ¿Tú quien eres?, ¿Qué hago aquí?—Pregunta al verse descubierto de su observación
—Excelente elección de preguntas yo soy -soy la sombra que esta sin estar, soy quien te admira en la oscuridad, quien te anhela en soledad, estoy cerca y a la vez nos separa una eternidad. Solo estoy cumpliendo un sueño, un anhelo que desea mi alma. Solo regalarnos un poco de felicidad, solo quiero amarte por hoy, para que mi amor no muera en soledad—

Te alejas para observar su reacción, sonríes ante su asombro y sin que lo note te unes a él.   Besas su espalda.  Sonríes al sentir como se tensa.

—Relájate, lo disfrutaras—susurras y mordisqueas su oreja

Vuelve a reírse con lo que te fascina su risa nerviosa, lo observas cierra los ojos dejándose hacer, tu manos se pierden en su pecho acariciando, lento tortuoso. Su respiración empieza agitarse y con lentitud acaricia tu brazo.  Subiendo a tu hombro queriendo bajar el tirante de tu sostén, Tomas su mano y besas cada uno de sus dedos pero sin darte cuenta con la otra mano te toma de la cintura y te pega junto a él.

Teniéndolo cerca, sus respiraciones mezcladas volviéndose de una. El deseo flota en la humedad del aire. Sin ser consientes de quien de los dos dio el primer movimiento se besan. Primero lento probando la dulzura de sus labios pero un hábil movimiento introduce su lengua en tu boca, dominándote por completo, volviéndote adicta al sabor de sus labios embragándote de él. Estabas tan perdida que no sentiste en qué momento tu antifaz flotaba en el agua.

—Tú—dice sorprendido
—shh— callando sus labios —solo por hoy—susurras y vuelves a besarlo

El único sonido que quieres oír son los gemidos de placer que robaras de sus labios. Lo llevas a una esquina del Jacuzzi besas su cuello, bajando a su pecho, y comienzas a escuchar los gemidos de placer. Tan concentrada estabas en recorrer su pecho con te lengua que no notaste el momento en que tu sostén estaba flotando y sus manos cobraron vida y ahora tú estabas debajo de él se invirtieron los papeles ahora era el que bebía de tu pecho, tu propia humedad se mezclaba con el agua.

Solo eras consiente del placer que él estaba brindando, de este maravilloso momento en que están apunto de fundirse y volverse un solo en el universo. Abandona tus pechos y baja por tu cintura hasta llegar a tu ombligo. Acercándose a tus pantaletas que con timidez propia de él toma de la cintura y comienza a bajarlas, acariciando con lentitud tus torneadas piernas, se sumerge en el agua para deshacerse de la innecesaria prenda. Sale del agua y tu vista se pierde en la visión perfecta del agua recorriendo su pecho, quieres fundirte con el ahora te toca a ti deshacerte de las molestias que impiden esa unión. Te acercas a él más audaz de lo que nunca imaginaste.

Lo besas pero ahora eres tu quien toma las riendas, en un camino de besos recorres su cuello, su pecho hasta llegar a tu destino. Relames tus labios al notar su creciente excitación necesitando ser liberada cumples su deseo y lo dejas libre. Antes de reaccionar sientes como eres levanta por sus fuertes brazos y vuelve a besarte, ha perdido la timidez por completo y se ha dejado llevar por el deseo, dejándote guiar por tus instintos rodeas su cadera con tus piernas anticipándote al momento. Lo sientes como su miembro juega con tu entrada con tus piernas lo empujas hacia ti, lo quieres dentro,  sientes como entra en ti  es un placer tormentoso, es lento mientras logras acostumbrarte a su tamaño.

Has dejado de sentir el dolor y el placer está llegando ha llegado el momento de esa danza en las que los cuerpos se complementan en la plenitud de la gloria inimaginable, gritas te aferras a su espalda al sentir venir la pequeña muerte del placer. Te sientes viva al recibir su semilla en tu interior. Es saber que no fue solo sexo y que realmente hiciste el amor.  Recargas tu cabeza en su hombro con el aun dentro de ti. Cierras los ojos guardando este momento en tu memoria. No sabes que pasara después de que salgan de este lugar, ni ideas tiene si él se arriesgara. Pero al menos tienes este momento en el que pudiste llevar a la vida tu mas anhelado deseo.  Por lo menos hoy has sentido su humedad en tu cuerpo.

No importa el mañana.  No interesa el que dirán. Hoy es Hoy. Y Hoy fue tuyo. Mañana, mañana es incierto. Y por eso solo vives el hoy.